Filosofía y educación

¿Qué celebramos el 25 de mayo?

Cada año nos reúne la celebración del 25 de mayo. ¿Qué celebramos el 25 de mayo?

Trataremos de aproximarnos al sentido de esta hermosa fiesta patria desde algunas observaciones que en su momento nos llamaron la atención.

  • En la escuela primaria nos sorprendió el hecho de que las banderas de algunos países latinoamericanos se parecen a la bandera argentina . . .
 Bandera de El Salvador  Bandera de Guatemala  bandera de Nicaragua  bandera HONDURAS

El Salvador

Guatemala Nicaragua

Honduras

¿Por qué la enseña de varios países se asemejan?

  • Cuando promediaba la secundaria nos preguntábamos por qué los padres de la Patria habían tardado seis años en declarar la independencia . . .

¿Por qué transcurrió desde 1810 a 1816 para la declaración de la independencia?

  • Años más tardes, al ver los cuadros de ciertos reyes españoles nos llamó la atención la banda celeste y blanca que llevan cruzada sobre el pecho . . .
 rey Carlos_IV  rey fernando-vii  rey AlfonsoXII
Carlos IVº, Rey de España desde el 14 de diciembre de 1788 hasta el 19 de marzo de 1808. Fernando VIIº, rey de España entre marzo y mayo de 1808 y, tras la expulsión del intruso José Bonaparte, desde diciembre de 1813 hasta su muerte. Alfonso XIIº, rey de España entre 1874 y 1885.

¿Que significó en mayo de 1810 el reparto de cintas que se atribuye a French y Berutti?

  • Hemos aprendido que en la semana de mayo de 1810 tuvo lugar una revolución, la llamada “revolución de mayo”.

¿Es posible que en mayo de 1810 se volvieran contra España los mismos que a favor de España habían rechazado las invasiones inglesas en 1806 y en 1807?

Sin duda podría haber sido éste el caso, pero como veremos no lo fue.

– Empecemos por la última cuestión: ¿qué aconteció en La semana de mayo y por qué?

En mayo de 1810, según consta en la actas respectivas[1], en Buenos Aires se constituyó, como en otras regiones del imperio español, una junta local de gobierno en nombre del Rey Fernando VIIº, porque España había sido invadida por los ejércitos de Napoleón Bonaparte, y el emperador francés había designado como rey de España a su hermano José.

Tal junta de gobierno se conformó en virtud del derecho otorgado por la Real Cédula del Emperador Don Carlos, del 12 de septiembre de 1537, quien, en caso de vacancia de la autoridad facultada por el Rey, ordenaba que “elijan por gobernador en nuestro nombre, y capitán general de aquella provincia, a persona que según Dios y sus creencias parezca más suficiente para dicho cargo; y la persona que así eligiesen todos en conformidad, o la mayor parte de ellos, use y tenga dicho cargo … lo cual mandamos así se haga con toda paz, y sin bullicio ni escándalo[2]. Como se ve, una norma establecida más de 200 años antes de la Revolución Francesa fue el derecho ejercido en nombre de Fernando VIIº en Mayo de 1810.

La Independencia de los Estados Unidos en 1776 y la revolución francesa de 1789 eran conocidas en estas tierras del Sud. Sin embargo fue recién después de la derrota de Caseros ocurrida el 3 de febrero de 1852, que los acontecimientos de la Semana de mayo de 1810 se tiñeron definitivamente de la connotación iluminista-liberal a la francesa por obra y gracia de personajes como Mitre y Sarmiento que prefirieron denostar nuestra realidad hispano criolla en aras de lo que ellos entendía como “la civilización”.

Todo esto no implica que entre los actuantes en la semana de mayo no hubiesen algunos inclinados a favorecer los intereses franceses e ingleses que operaban en el Río de la plata desde antaño sacando provecho del contrabando. Tampoco supone negar la presencia de ideas independentistas en tierras americanas. Pero sí explica claramente que ni el pueblo ni el gobierno deseaban ser súbditos franceses o ingleses, como quedó probado en el rechazo de las invasiones inglesas en 1806 y 1807, y en 1808 con la expulsión del marqués de Sassenay[3] enviado de Napoleón con el fin de hacer jurar lealtad al nuevo monarca impuesto en España por la ocupación francesa. Los hechos señalan que primó la voluntad de aplicar el derecho regio vigente, probablemente esperando que las cosas retornaran por sus fueros en España.

– Segunda cuestión: ¿Por qué esperar hasta 1816 para declarar la independencia?

Simplemente porque en mayo de 1810 la independencia no era la intención prevalerte, y porque como prueba el legado de los más insignes próceres de la América hispana, la voluntad independentista no se decantó hasta que el desgobierno y los desmanes absolutistas de la restaurada monarquía española se hicieron evidentes también para el pueblo en estas tierras de ultramar, por ejemplo, mediante el envío de los regimientos realistas contra los cuales pelearon por la independencia americana los ejércitos criollos liderados entre otros por Güemes, San Martín y Belgrano.

Recordemos que algunos de los líderes de la independencia habían sido educados en la metrópoli, e incluso habían luchado contra el invasor francés a favor de la corona, como el caso de San Martín. Y recordemos también el caso de Belgrano quien creó la bandera adoptando los colores de la banda de los monarcas de la casa de Borbón.

En mayo de 1810 no aconteció una revolución popular contra la monarquía española.

En todo caso revolución en este contexto no significa otra cosa que su literal etimología: volver las cosas a su estado anterior. Recién a posteriori, mayo de 1810 pudo ser interpretado como antecedente de la independencia, dándole a los hechos ese cariz libertario independentista con el que usualmente entendemos hoy la expresión.

– Y con lo dicho queda apuntada la respuesta a la primera y a la tercera pregunta.

Nuestra bandera, la misma que cruza el manto de Nuestra Señora de la Merced declarada Generala del ejercito por el General Belgrano, tiene los colores de las NSmercedcintas que Frech y Berutti repartían en mayo de 1810 porque eran los colores que simbolizaban nuestra identidad, cuyo reconocimiento con tales hechos se reafirmaba, no sólo en las Provincias unidas del río de la plata, sino también en otros países hermanos en la Patria hispano americana como es evidente en sus enseñas.

Otras interpretaciones mancan de sentido los actos originantes de nuestra Nación como brote de la tradición que nos constituye en los somos en el tiempo de cara al cielo.

La verdad histórica muestra que nuestra independencia se estaba alumbrando desde un acto de fidelidad a los trescientos años de gestación que nuestra Patria llevaba entonces.

El 25 de mayo celebramos la constitución de la primera junta local de gobierno.

¡VIVA LA PATRIA!

JGR, ISFDNSF, 24 de mayo de 2010.

[1] Cfr.: Enrique Díaz Araujo, Mayo revisado, editorial UCALP, La plata, 2010.

[2] Cfr.: Vicente Dante  Sierra, Historia de La argentina, Editorial Científica Argentina, Buenos Aires, 1967, Tomo  I, pág 225.

[3] Resulta interesante observar que con la misma contundencia que 1806 y 1807 se rechazó a los ingleses, en 1808 se respondió al marqués de Sassenay. Este emisario de Bonaparte llegó a Buenos Aires en julio de 1808, el virrey Santiago de Liniers (francés de nacimiento) realizó consultas con la Real Audiencia (tribunal) y con el Cabildo (administración) de Buenos Aires para decidir qué posición tomar, pero tanto el Cabildo como la Audiencia rechazaron las exigencias francesas y quemaron los pliegos que les había presentado el enviado de Napoleón, intimando al marqués a abandonar el puerto.

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